Para los que no dominéis el inglés, he preparado una adaptación (espero que los que controléis no veáis muchos fallos).
Queridos profesores:
Allá vamos, otros 180 días juntos.
He pasado un verano largo y lleno de actividades con
mis hijos, y estoy lista para devolver a mis preciosos retoños a vuestras
cuidadosas y capacitadas manos.
Espero que os encontréis descansados y recargados.
¿Habéis conseguido descansar mientras preparábais las
lecciones? ¿Fuísteis capaces de disfrutar de una bebida tropical con una
pequeña sombrillita mientras seguíais vuestros programas de formación contínua?
¡Fantástico! Porque tenemos un largo año ante
nosotros.
Como ya sabéis, soy una madre bastante guay. Estoy
comprometida con la educación de mis hijos. Intento ayudar a que mis hijos
tengan un equilibrio entre el trabajo, la diversión y la vida familiar.
Lo más importante, intento no avergonzar a mis adolescentes.
Por ejemplo, no me volveréis a ver sentada en mi coche a la puerta del cole,
con las ventanillas bajadas, la radio a todo volumen y cantando a Hombres G con
mi imitación de David Summers más exagerada. Prometo a mis niños, y al
vigilante, conductores de autobuses y diversos vecinos, mantener las
ventanillas cerradas.
Pero no importa lo fantástica que me crea como madre,
siempre hay margen para mejorar, ¿verdad? Juntos, somos un equipo. Y este año,
voy a empezar con una promesa para ser un miembro del equipo aún mejor.
He preparado una lista de recordatorios y motivaciones
para este curso. Por favor, no dudéis en añadir vuestras propias sugerencias a
mi “Promesa de Proceso de Mejora Paterna para el Curso Escolar”.